La planificación energética es un proceso integral e indicativo que busca proponer soluciones sostenibles, eficientes y de mínimo costo para el suministro de energía, fomentando la innovación en nuevas tecnologías y esquemas operativos, en armonía con las políticas y regulaciones energéticas vigentes. Esto implica evaluar los recursos energéticos disponibles y nuestras relaciones comerciales para la importación de hidrocarburos, proyectar la demanda futura y desarrollar estrategias para satisfacerla mediante el uso eficiente y responsable de dichos recursos.
La demanda energética es una variable en constante crecimiento, que depende de una diversidad de factores, pero sobre todo del desarrollo de las diversas actividades económicas y la tasa incremental de la población. Esto, ante nuestra condición insular y de dependencia de fuentes importadas, históricamente nos ha expuesto a escenarios de vulnerabilidad geopolítica, que posteriormente, se han traducido en la volatilidad de los costos de materias primas y problemas en la cadena de suministro.
En la república dominicana, esta planificación se hace a través del Plan Energético Nacional (PEN), en cumplimiento con el mandato de la Ley General de Electricidad, No. 125-01, y su reglamento, aprobado mediante el decreto No. 555-02. al cierre del primer semestre del 2024, la Comisión Nacional de Energía ha alcanzado un 79% de la tercera versión del PEN, el cual abarcará el período 2024-2038. En esta ocasión se busca analizar las alternativas para el aumento de la participación de las energías renovables en la matriz energética, la inclusión masiva de almacenamiento con baterías, el fortalecimiento de la infraestructura de redes y alternativas de flexibilidad tecnológica. todo esto desde un enfoque regional que permita la toma de decisiones acertadas en puntos geográficos de mayor complejidad.
Cada actualización del Plan Energético Nacional eleva los niveles de sofisticación del análisis de los datos, buscando cerrar las brechas e incertidumbres que puedan existir para la toma de decisiones a nivel sectorial. La modernización en la planificación energética es esencial para abordar los desafíos globales de sostenibilidad, seguridad energética y cambio climático. En nuestro país hemos visto como desde la última versión del PEN 2022–2036, se ha avanzado en la modelación de la oferta y demanda de energía con herramientas complejas e integradoras (SDDP, LEAP, entre otros). Adicionalmente, se ha logrado el crecimiento de la capacidad instalada renovable alcanzando un 17% de la matriz energética y niveles de inversión sin precedentes. De manera similar, el fortalecimiento e innovación del marco normativo y regulatorio, la retroalimentación de los grupos de interés y el uso de big data son algunas de las áreas en las que el proceso de planificación energética se ha ido transformando.
Por: Ángela González
Encargada de la División de Planificación Energética