Es un programa que se desarrolla principalmente a través de charlas educativas, participación en talleres, seminarios y campamentos de verano, entre otras actividades similares, con el propósito de crear una cultura de eficiencia energética en toda la población, y fomentar la adopción de buenas prácticas de consumo de energía en los sectores residencial, comercial, público y de servicios.

El uso racional de la energía es un concepto aplicado internacionalmente, destinado a lograr el ahorro de energía, porque se busca maximizar el aprovechamiento de los recursos naturales que han comenzado a escasear en todo el mundo. En casi todos los países, el sector energético se nutre de recursos no renovables (aquellos que ofrece la naturaleza y no se pueden reponer), puesto que la generación de electricidad basa su producción, en una gran parte, en centrales que funcionan con combustibles que se extraen del suelo como son el petróleo y el gas, pero estos se agotan y además la población crece a gran velocidad, generando saturación de las líneas de distribución. La 125-01 (ley General de Electricidad) en su artículo 14, acápite f, atribuye a la Comisión Nacional de Energía promover el uso racional de la energía.